VIVIENDO JUNTOS

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A pesar de mitos como «vivieron felices para siempre» o «el amor lo puede todo», los problemas en las relaciones conyugales pueden surgir dentro de un corto periodo después de la boda.
El éxito o fracaso de la relación puede centrarse en lo bien que la pareja maneja los asuntos financieros, la comunicación, los conflictos, los hijos, los suegros, el entretenimiento, la sexualidad, la familia de origen, la espiritualidad, las expectativas, y las labores. La mayoría de las parejas no discuten estos temas antes de casarse y se sorprenden uno o dos años después cuando los conflictos parecen prevalecer sobre el romance.
Tome un poco de tiempo para revisar esta lista con su futuro cónyuge. Se sorprenderá de cómo puede mejorar su relación al abrir la comunicación sobre estos temas.
Motivación
¿Por que se van a casar? Muchas parejas se casan debido a un embarazo, a la soledad, o por otras razones. Si usted tiene bien clara su motivación, hay menos probabilidad de que tenga expectativas irreales.
Finanzas
¿Cuáles son sus expectativas respecto a las finanzas? ¿Planea compartir todo al 50/50? ¿Gana uno de los dos significativamente más que el otro o tiene mayor cantidad de bienes?
Es importante saber las expectativas del otro respecto a las finanzas. Hablando y suponiendo como dividirían los bienes si se diera un divorcio reduce el potencial de un conflicto; aun si ustedes no terminan separándose. Recuerde que cada estado trata la propiedad conyugal y lo propiedad individual de manera distinta. Todos los estados tratan a los bienes adquiridos antes del matrimonio, a los bienes recibidos como un regalo, y a los bienes heredados durante el matrimonio, como bienes separados (que no se comparten en el matrimonio).
Los estados donde opera la propiedad mancomunada dividen los bienes por igual, mientras que los otros estados usan la distribución equitativa y dividen la propiedad de manera «justa», lo cual podría ser 50/50, o alguna otra proporción.

La administración del dinero

¿Planean vivir bajo un presupuesto? ¿Quién hará el presupuesto? ¿Quién pagará las cuentas? ¿Cuáles cuentas? ¿Tendrán una cuenta de cheques conjunta? ¿Compartirán los bienes significativos? ¿Cuáles son sus metas financieras a largo plazo? ¿Cómo pretenden alcanzarlas?
Vida diaria
¿Cómo dividirán las labores del hogar? ¿Cómo tomarán las decisiones si entran en un desacuerdo? ¿Qué sucederá si uno de ustedes no cumple con su parte de algún acuerdo? ¿Están dispuestos a resolver sus conflictos? ¿Han tenido éxito en el pasado resolviéndolos?
Los hijos
¿Desean tener hijos? ¿Cuántos? De ser necesario, ¿adoptarían uno? ¿Adoptarían a un niño extranjero? ¿Cómo criarán a sus hijos? ¿Se quedará uno de ustedes en casa? ¿Cuál de los dos? Sus hijos atenderán a escuelas ¿privadas o públicas? Si fracasa el matrimonio, ¿quién pagaría la manutención de los hijos y quién pagaría los gastos de su educación?
Filosofía Personal
¿Juega la religión un papel importante en su vida? ¿Cree usted que la fe y la espiritualidad son importantes en el matrimonio? ¿Se siente usted cómodo(a) discutiendo sus gustos y preferencias sexuales? ¿Le importa si su cónyuge pasa mucho tiempo a solas, o prefiere que realice actividades de esparcimiento con usted? ¿Cómo se asegurarán de pasar juntos tiempo de calidad como pareja?
Discutir estos temas le revelará varias expectativas divergentes y le ayudará a resolver las discrepancias antes de que se conviertan en un motivo de separación. Si encuentra asuntos que requieran la ayuda de un abogado, como los asuntos financieros, los títulos de propiedad, la adopción de un hijo o las preguntas sobre la manutención de un menor, asegúrese de consultar a un abogado con experiencia en las leyes relevantes de su estado.

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